Simbolizar significa representar algún concepto en formas concretas. En el caso de los símbolos de Reiki, estos no dejan de ser frases búdicas escritas en japonés, o palabras japonesas que llevan implícito una intención. Los símbolos eran ya conocidos antes de que Usui tuviera su transformación.
Dos símbolos son frases japonesas que son parte de varias sectas budistas esotéricas. Los otros dos pueden ser vistos sin mucha dificultad en la mayoría de los templos y uno de ellos aparece en muchas estatuas de Buda e “itabis” (piedras mojón hallables por todo Japón).
Esto quiere decir pues, que los símbolos no fueron canalizados, y son como los amuletos.
Conceptos externos a nosotros en los que depositamos la confianza de atribuirle propiedades concretas (que no poseen en si, a no ser que nosotros le demos la importancia), pero si dicha confianza la depositamos en nosotros, no necesitamos los símbolos.
Confiando en nosotros, estamos dándonos la importancia de lo que somos, seres de luz, autosuficientes, canales entre los distintos rangos de percepción, o planos de existencia, y de esta forma subimos nuestra autoestima, y nuestro amor propio, sin la necesidad de intermediarios.
Los símbolos funcionan cuando los utilizamos, porque nosotros le damos importancia, pero si hacemos Reiki sinutilizar los símbolos, y confiamos en nuestra capacidad para transmitir la energía sin la necesidad de intermediarios, veremos que funciona igualmente, e incluso mejorada. Es cuestión de confianza en uno mismo y nuestras capacidades de equilibrar energías sutiles o des-armónicas tanto en nosotros, como en los demás.
¿Que ocurre cuando le damos mas importancia a los símbolos que a la capacidad del ser humano de sintonizar con cualquier frecuencia y canalizarla?
Pues que da lugar a confusión, creyendo que la frecuencia esta en el símbolo, y no en nuestra capacidad de sintonizar y canalizar, y nunca tenemos claro que frecuencia estamos canalizando. A mar revuelto, ganancia de pescadores.
Esto quiere decir, que todas las técnicas de canalización de energía te parecen que canalizan energías (o frecuencias) distintas, cuando realmente con todas canalizas la misma energía, pero con distinto método. Al mismo tiempo te inhiben tu despertar de conciencia, ya que le das más importancia a lo externo (el símbolo) que al verdadero potencial del ser humano, a sus verdaderas capacidades de SER el que gestiona su salud, o gestiona su espiritualidad, sin intermediarios. Realmente tú eres el que tiene el potencial de sintonizar y canalizar, y no el símbolo.
Si aprendes a canalizar la energía sanadora con una técnica, la que sea, no necesitas atarte al símbolo, ni a la necesidad de saber más técnicas para canalizar la misma energía. Desarrolla tu propia técnica, porque eres único, y no te ates a lo que digan los demás. Si es verdad que sabiendo otras técnicas, podrás utilizar aquella con la que mejor te sientas, pero seguirás canalizando la misma energía.
Sabemos que el Maestro no utilizaba símbolos para conectar con la Energía, puesto que él no los precisaba, de hecho, el Reiki de Usui estaba más enfocado en un crecimiento espiritual, armonizando el cuerpo y la mente, y que fue el doctor Hayashi, al morir Usui, el que incorporo los símbolos a la técnica al abrir su propia clínica. Fue en la Hayasi Reiki Ryoho en donde se estructuro la enseñanza del Reiki y se le dio jerarquía. Le dio a la técnica un enfoque menos espiritual, haciéndolo más una técnica de transmisión de energía, propiciando de esta forma el que salieran diversas escuelas de Reiki, seccionando el concepto original de energía por el de tipos de energía.
